No es una canción, claro está, pero creo que es digno de escuchar las palabras de una de las personas más imaginativas de nuestra historia reciente.
Filosofía brutalmente simple la que transmite en este discurso y que le funcionó para alcanzar un horizonte que en principio se le planeaba difuso.
Tras su fallecimiento hace dos días, el mundo parece tratar de convertirlo en un ejemplo mesianico, cuando no lo es.
En un mundo hábido de héroes, este podría serlo, pero es simplemente una persona con extraordinaria imaginación y ganas de cambiar el mundo.
Él lo consiguió y ese mesías que los nadadores de superficie ven en él, es parte de todos. En mayor o menor medida todos, todos los días tenemos la oportunidad de cambiar nuestro pequeño mundo. ¿Por qué no lo hacemos...?
Respóndete tú mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario