Que Peter Jackson es un director de cine peculiar no es ningún secreto, pero quizás entre todas esas peculiaridades hay una que destaca sobre el resto y es la de llevar al límite el tiempo dado para terminar una película (Se dice que estuvo trabajando en el montaje de EL Hobbit La Desolación de Smaug hasta la misma mañana antes de la premiere del año pasado. Vamos, como cuando teníamos que hacer algún trabajo para el instituto, que estabas retocando el mismo hasta las tantas de la madrugada del día de entrega).
Pues esto hizo que el tiempo para la creación de la canción de los títulos de crédito de la segunda entrega del Hobbit fuera de lo más escaso y apresurado.
Peter Jackson y equipo estaban dándole vueltas a quién podría componer el tema final de los títulos de crédito sin dar con ningún músico que les convenciera.
Entonces ¿Cómo terminaron por encargar el trabajo a Ed?
Resulta que a principios de 2013, Ed Sheeran estaba de gira por Nueva Zelanda junto a Taylor Swift. La hija de Peter Jackson es fan de la música de Sheehan y le dejó a su padre varios temas para que los escuchara. A Jackson le gustó el sentimiento y la pasión que transmitían sus composiciones, así que decidió invitarlo a que conociera los estudios de grabación de la película. Después de la visita se intercambiaron los correos electrónicos y todo quedó ahí, hasta que meses más tarde y con muy poco tiempo para grabar el tema de los títulos de crédito, Peter Jackson le llamó porque tenía claro el tono que quería para la canción y consideraba que Sheeran eran perfecto para proporcionarlo.
Así que tras la llamada recibida aquel Domingo de Octubre de 2013, en 48h el bueno de Ed Sheeran había cogido a su manager Stuart Camp y estaba plantado en Wellington dispuesto a ver la película en un pase privado en Park Road Postproduction.
Inmediatamente después de terminar el visionado, se fue a su habitación de hotel, se encerró y comenzó a escribir. Ese mismo día compuso la canción y tres días más tarde el tema estaba totalmente terminado y grabado.
Todo salió a la perfección y en un tiempo récord.
Como dato anecdótico de la canción os diré, que al bueno de Ed se le ocurrió que para este tema acústico vendría bien introducir un violín que le diera un toque más folk, así que la hija de Peter Jackson salió corriendo para pedirle su violín maltrecho a un viejo compañero del colegio, se lo llevó a Sheeran y lo incorporó a la grabación. Hasta aquí, una historia bastante normal. Lo que no es normal es que hasta la grabación de "I See Fire", Ed no hubiera tocado un violín en su vida. (No se vosotros, pero yo lo flipo).
Y una última curiosidad. La canción dura exactamente 5 minutos.
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