Ayer se entregaron los Grammys y Adele consiguió 6, vamos que fue lo que suelen llamar la gran triunfadora de la noche.
La otra triunfadora postmortem fue Whitney Houston, que falleció la noche anterior.
Un nuevo caso de estrella apagada que ahora tratarán de reavivar después de muerta, tras una década larga relegada al ostracismo social y profesional, por eso no pienso poner ningún tema esta semana homenaje ni nada parecido, como harán todos los advenedizos de los medios de comunicación ávidos de rellenar parrilla televisiva, radiofónica e internauta con recuerdos y homenajes.
Los que valoramos la música y sus artífices somos de homenaje continuo, de recuerdo perenne y no esperamos a que los músicos que brillaron y siguen brillando, mueran para hacer negocio.
Toma desahogo que me he dado.
Y ahora os dejo con la actuación en directo de ayer de Adele en los Grammys.
He notado (Es su primera actuación después de su operación de las cuerdas bocales) que canta con otro color de voz, con miedo a forzar el instrumento y con mayor nerviosismo que en ocasiones anteriores, algo normal tras todos estos meses (6 si no recuerdo mal) que se ha visto apartada de la música.
Espero que recupere pronto la confianza en sí misma y nos regale más temas especiales como este Rolling in the deep.
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