Está entrada, como no puede ser de otra forma, está dedicada a Guz y a esa cantidad ingente de horas que nos pasamos de chavales jugando a este juego de conducción.
Ahora y aprovechando el tirón de la saga Fast and Furious, llega la hora de dar paso a Need For Speed.
¿La trama? ¿A caso importa?, pues no, son coches cojonudos corriendo a toda velocidad escapando de la policía. Vamos, lo de siempre, polis y ladrones.
Nunca un juego de patio de recreo tan básico dio trama para tantas películas.
Por cierto, es la primera vez que veo un Bugatti Veyron en una persecución de cine.
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