Anoche se celebró la 28ª edición de los premios Goya, que como estatua tiene más valor que la de los Óscar (El nuestro fue un gran pintor, mientras que Óscar fue... fue siempre una estatua asexuada de metal).
Todos los años me trago de cabo a rabo la ceremonia de entrega de los premios esperando algo distinto, entretenido, que trate de emular en parte a la ceremonia de los pequeños hombrecillos dorados, pero nunca se consigue.
Si el año pasado la fiesta estaba conducida por una mordaz Eva Ache, este era el año de Manel Fuentes, el cual pese a tener unas buenas tablas como monologuista y presentador de radio, no acabó de lograr un guión brillante en su conjunto, ofreciendo destellos de ingenio pero quedando por debajo de la verborrea de la Ache.
En cuanto a lo que supuso la gala...
¿Qué fue lo peor?.
- La realización de la misma. Fallos de sonido, tomas en ocasiones movidas, técnicos pasando por delante de la cámara que en ese momento estaba pinchada, momentos de pantalla en negro... En definitiva, impropio de una televisión pública de calidad.
- Los actores que presentaban las nominaciones no contaban con ningún tipo de diálogo (¿Para ahorrar tiempo?).
- Un número musical... No tengo palabras para describirla a bote pronto, pero me voy a esforzar.
¿No os lo creéis? Pues mirad, mirad (Avisados estáis).
Las actuaciones entre entrega y entrega de premios a cargo de Joaquín Reyes y compañía (Sé que muchos no opinarán lo mismo).
Quitando un par de gags, el resto parecía de representación de 6º de primaria. Parecía improvisado 10 minutos antes de comenzar la gala.
Los dos actores amater, seleccionados entre más de 3000 para presentar uno de los premios a cortometraje. No por ellos en si mismos, sino por la publicidad que mostraban en sus respectivos trajes a favor de Adecco. Como reivindicación de la precariedad laboral de los actores de este país, habría estado bien, pero al parecer no fue esa la intención, lo que me hace pensar que la empresa encargada de realizar el casting, seguro que fue esta empresa de trabajo prec... perdón, temporal.
¿Qué fue lo mejor?.
- Una interesante introducción a la gala, haciendo un breve recorrido histórico por las películas más representativas de la historia de nuestro cine.
- Un monólogo correcto por parte de Manel Fuentes, en el que la ausencia del Ministro de Cultura Wert facilitó mucho los chistes: "El ministro no ha venido por el momento, pero sabiendo que además de Ministro de Cultura, también lo es de Educación, lo mismo viene más tarde".
- Alex O´dogherty tuvo una actuación simpática, en su línea de bardo pseudoimprovisador, con la que arrancó buen número de risas y fue el único que hizo participar algo a un público que en ese momento daba muestras de empezar a tener dormidas sus artísticas posaderas.
- Otro punto a favor de la gala fueron las cuatro pequeñas intervencines de Manel Fuentes, a lo Billy Crystal, junto a Miguel Ríos y Chicote en escenas de las cuatro cintas nominadas a mejor película.
Os dejo la de Chicote que resultó de lo más simpática.
- Las reivindicaciones de diferentes directores, actrices, actores y del presidente de la academia. Pese a que mucha gente considera que este tipo de manifestaciones significa politizar una fiesta del cine, en mi opinión es un acto de libertad de expresión y de valentía, en un país en el que aún no está bien visto expresarte libremente sobre temas peliagudos para los políticos de turno. Y sí, creo que es valentía, porque ser de la familia del cine y dignificarse, hace que puedas caer en una de esas listas negras que a día de hoy existen, y que hace más difícil el ganarse la vida con el oficio del bueno de Lope de Vega.
(Perdonadme, pero es que me enciendo)
¿Premios a destacar?.
- El de Terele Pávez una de esas actrices de raza, que se vio sobrepasada por la emoción resultando uno de los momentos mas entrañables.
- El de Javier Cámara, al que se le vio tremendamente contento y sin falsas modestias, disfrutó como un niño del galardón tantas veces negado.
- El de la mejor película Iberoamericana, que fue a parar a manos de la película venezolana "Azul no tan Rosa", cuyo director visiblemente emocionado y agradecido dio uno de los discursos mas emocionales de la noche.
- El otorgado a la mejor canción, que fue a parar a manos de Josh Rouse con su "So you realy want to be in love".
Mención Especial.
La mención especial en esta noche de premios es para David Trueba, que hizo olvidar los diferentes fallos de la gala, cuando tomó la palabra para agradecer tanto el Goya al mejor guión original, como el de mejor director y el de mejor película española de 2014.
Creo que fueron unas palabras dignas de volver a ser escuchadas, cargadas de sentido, humor y fina, finísima ironía, y por eso os dejo dos de esos momentos.
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