¿Recordáis que hace unos cuantos meses se le ocurrió a alguien juntar a veinte personas que no se conocían de antes y pedirles que se besaran por primera vez?
Pues hace algún tiempo, y supongo que por aquello del equilibrio del Universo, otro alguien pensó que había que equilibrar la cosa, pero en esta ocasión se juntó a 40 personas que no se conocían previamente y se les dijo que se soltaran una torta, así por las buenas, y este es el resultado de tan peculiar experimento.
Es un recital de la galleta.
Las hay de todos los tipos: con recorrido, con vergüenza, ascendentes, descendentes, directas y de revés a lo Federer, las hay por sorpresa, incluso dobles cruzadas, y alguna a traición (Obsérvese el momento en que el chaval de la cerveza está hablando tan tranquilamente sin esperarse el guantazo que le mete la chavala en plan: "Toma leche y cállate ya").
El caso es que la gente se lo toma a bien, le coge el gustillo y llegan a preguntar si pueden repetir. Vamos que en el comer, rascar y tortera, todo es empezar.
Por cierto, la canción que suena de fondo es de Soko y se titula "We Might Be Dead By Tomorrow".
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