miércoles, 22 de abril de 2015

Bang Bang y la música murió.

Los que seguís este blog desde hace tiempo, sabéis que me enerva comprobar como la música actual en su cara más comercial bebe de los ríos del sexo y la violencia para crear y colocar a las masas productos de escasa calidad. Tan sólo hace falta estribillo poco complicado como este "Bang Bang" y una base musical simplona pero pegadiza para obrar el milagro.

¿Qué ocurre con este tema creado para reventar las visualizaciones de You Tube? (Ya va camino de los 321 millones, que se dice pronto).

Pues muy sencillo. Para lograr el objetivo propuesto, no hay nada mejor como recurrir una vez más, y como ya hicieran en su momento con aquel Lady Marmalade (Versionando el tema original de R&B y La Belle para la película Mouling Rouge), a la fórmula de reunir a tres cantantes de las más potentes del momento con grandes voces, eso no lo discuto, para interpretar una canción donde la letra ha de ser insinuante pero evidentemente sexual (De ser demasiado explícita en You Tube se verían obligados a catalogar el clip como contenido para adultos y eso siempre resta visualizaciones y da menos pasta), y en el que la estética debe ser desenfadada y colorida.

Una estética que por otra parte no es más que familiar y que va desde aquel clip de "Can´t Hold Us Down" de Cristina Aguilera, en plan chica sexy de barrio, hasta los vídeos de David Guetta con el cantante conocido de turno.

Todo esto vale para mostrar a las tres divas del momento Jessie J, Ariana Grande y Nicki Minaj como tres auténticas... devora hombres en los roles de chica mala de barrio, lolita y... Nicki no sabría clasificarla. Algo que por otro lado es común en los últimos tiempos puesto que, en esta batalla de lo comercial y del hit de rápido consumo, raro es no ver un vídeo en el que ellos o ellas aparezcan con ganas de montárselo en plan orgiástico con quien o lo que sea.

De esta tríada de cantantes que abrazan el lado más superficial de la música, me gustaría salvar a Jessie J. pero es complicado porque no sé que necesidad tenía de caer en esta deriva facilonga (que no inicia con esta canción precisamente) de una música que está muy por debajo de su calidad musical y artística (Al menos si la valoramos por su primer trabajo).

De Ariana Grande te lo puedes esperar porque es una voz sin letra que necesita de otras estrellas para encontrar su sitio y de Nicki... no es que te lo esperes, es que es casi obligada su aparición en productos como este porque en todo hit actual conviene meter a alguien rapeando y si es como si lo hiciera la hija del hombre de los micromachines, mejor que mejor, aunque en ocasiones a la pobre de Minaj se le haga un nudo la lengua y derrape. Pero la estridencia vende amigos.

Que la forma de vender música a través del sexo no es algo nuevo lo sabemos todos, pero no deja de resultar curioso el hecho de que cuanto más listos nos creemos, más conocimiento sobre los mecanismos retorcidos del márketing y la publicidad tenemos, más se evidencie la simplicidad del ser humano a la hora de caer en los instintos básicos y atávicos, alimentando cada vez más la bicha de lo superficial e insustancial mientras añoramos otros tiempos en los que el fondo de la música era más importante que la forma.


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